Debajo Del Puente Aquel...

AUDIO RELATO COMPLETO . . .
El ardiente asfalto
Todavía nos quemaba los pies
Cientos de autos pasaban a nuestro
Lado,
Poco a poco,
De una punta a la otra del
Majestuoso puente nos
Fuimos caminando los dos,
Tomados de la mano
De pronto abrazados.
Doscientos metros recorrimos
Con infinito temblor
Nuestras fantasías ardían en el aire,
Nuestra boca esperaba desatar
Su lujuriosa pasión.

Llegamos a la punta del sendero,
Desde arriba del puente
Divisamos sorprendidos
Un turbulento tren,
Pasando como una
Llamarada de sonido
En lo profundo de la noche,
Escuchamos el silbato aquél.



Me tomé fuertemente de tu cuerpo,
Ansiaba que tus fuertes brazos
Me dieran calor
Algo más importante
Esperaba nuestra piel
El vernos enredados
Locamente atados
Prohibidamente mirados
Debajo del puente aquel ...


Largo y transitado,
Oscuro y peligroso,
Excitante y penetrante
Fue el rumor de nuestros besos,
Que suavemente se deslizaban
Debajo del oscuro terraplén
Las inquietas ventanas a lo lejos,
Parecían titilar, quizás
Nos miraban, igual que las estrellas, en
La profunda noche a los dos
Nos miraban
Sabiamente temblar.

Desatamos la locura, en
Dos cuartos de reloj,
Nuestra desacomodada ropa
Precipitó al unísono
! Otra vez !
Cuantos besos cuantos,
Dieron nuestras bocas,
Cuantos los gemidos,
Cuantos caprichos cumplidos
Cuantos esclavos deseos
Mansamente se ofrecieron
Cuantos los abrazos que
Las palabras no supieron decir,
La lujuriosa potencia
Que se ofrendaba gota a gota
Por nuestro cuerpo una y otra vez
Se precipitaban los sueños y
Enredaron un aroma a pecado
Imposible de olvidar
Y no sabíamos donde nos
Encontrábamos
Si debajo del Puente aquel
O a orillas del mismísimo Edén
Mil sonidos
Perfumaron nuestra mágica noche...

Acomodando nuestras ajetreadas ropas
Nos fuimos caminando por la
Estrecha callecita que bordeaba el lugar ...




Doscientos metros recorrimos
Saboreando nuestros besos
Hasta llegar al cruce del puente aquel...

Un Café en la esquina nos
Recordó nuestra sed,
Apuramos el paso y nos
Dispusimos a entrar,
Teníamos tanta sed,
Tanta sed por calmar
Quise ir a mojar mi cara,
Ordenar mis cabellos, acomodar
La blusa y reparar ese botón que se
Perdió.

Tú también, querías mojar tu cara…
Y sin pensarlo mi puerta se entreabrió y
Volvimos a mirarnos
Y sentimos nuevamente el sabor,
El que traíamos pegado en nuestra piel,
En nuestras pecaminosas bocas
¡Hacia unos instantes,
Debajo del Puente aquel !

Ahora estábamos en el Café , y otra vez
Sucedió
Nuestras miradas
Se cruzaron, y el fuego se reinició...

De un golpe cerraste mi puerta y
Allí permanecimos los dos
Nuevamente enloqueciéndonos,
Sin importarnos nada
Nuevamente sintiéndonos...


Saboreándonos
Desatando nuestros besos
Nuestra desenfrenada locura...
HASTA QUE LA CAMARERA LLEGO!












Autor & Voz:EroticaMonica