La sexualidad libre de prejuicios, tabúes, miedos,
logra situarnos como ADULTOS.
Hablando claramente podemos sentir que
el sexo es importante para el buen funcionamiento
de nuestras emociones.
El CAMBIO de ROLES en una pareja es una
práctica sexual, que siempre existió.
La historia nos muestra mujeres dominadoras y
hombres sumisos al extremo, en todos los tiempos.
Aqui lo que intento comentar es que como ADULTOS , expresemos nuestros gustos, deseos, fantasias, y con respeto logremos disfrutar de nuestra sexualidad .
El arnes consolador es un instrumento que se
utiliza en EL CAMBIO DE ROLES EN UNA PAREJA.
Creo es interesante conocer diversos modos de
vivir el SEXO PLENAMENTE.
EroticaMonica
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EL ARNÉS CONSOLADOR
Uno de los mayores avances en el estilo de vida de la Dominación Femenina ha sido la invención del arnés consolador.
Esta práctica ha hecho más por liberar a la Mujer que el látigo o cualquier otro instrumento usado en Dominación Femenina.
La razón no puede ser más sencilla: las implicaciones sociales y psicológicas. Ahora es la Mujer quien blande el antiguo símbolo de superioridad masculina, es la Mujer quien está en la posición de dar y el hombre en la de recibir.
El arnés consolador es el sexo de las mentes.
¿Por qué le gusta a las Mujeres entonces? Un falo de plástico ceñido a la cintura de la Mujer es un objeto inanimado. Al fin y al cabo, a menos que la Mujer tenga el tipo de arnés que también permita estimularla a ella al mismo tiempo, no obtiene placer físico alguno durante el juego.
Aún así, muchas Mujeres disfrutan por la estimulación y el placer mental que les proporciona. Se produce un increible intercambio de poder durante el juego y esta estimulación mental normalmente excede en sus efectos a la que puede proporcionar el placer físico.
Las Mujeres encuentran está práctica liberadora por el efecto social que implica.
Despoja al hombre de su masculinidad y su comportamiento machista, y normalmente provoca que el hombre rinda su fuerza física y su voluntad a la agresora Femenina.
La Mujer puede sentir cómo el hombre deja de tener resistencia y cómo se derrite hasta entrar en la zona de sumisión. Esto lo convierte para la Mujer en una actividad tan poderosa como placentera.
Al mismo tiempo, los efectos de esta práctica suelen durar más allá del momento de su realización.
Para el hombre que ha sido sometido es difícil volver a comportarse de forma machista frente a la Mujer Dominante, pues se vuelve dócil y sumiso también fuera del dormitorio.
Es una práctica de intercambio de poder y no tiene nada que ver ni con la homosexualidad ni con que las Mujeres quieran ser hombres.
Bien al contrario, esta práctica otorga a las Mujeres el poder al liberar otro aspecto que hasta ese momento se había mantenido latente.
La penetración de un hombre por parte de otro es un acto exclusivamente sexual, pues se trata sobre todo de la estimulación sexual del hombre que está en posición de dar.
En cambio, la penetración de la Mujer es sexo psicológico pues es la estimulación mental lo que provoca a ambos una dinámica de intercambio de poder.
El sumiso experimenta una combinación de estimulación sexual, incomodidad y humillación. El efecto mental se produce como consecuencia de saber que aquello que él tenía en tan alta estima ya no es un instrumento para conquistar a las Mujeres sino que ahora las cosas han cambiado y la Mujer no sólo lo ha despojado del símbolo de su masculinidad sino que además lo usa en contra de él.
No tiene tanto que ver con el sexo como, en realidad, con la dominación mental y el intercambio de poder.
Lo que una vez fue el símbolo masculino para conquistar a la Mujer ahora es usado por ésta para demostrar al hombre la superioridad que ella tiene.
El juego puede significar, inicialmente, que algunos hombres se tengan que enfrentar a dilemas mentales e inseguridades de tipo sexual al no poder apartar de su psicología lo que implica para ellos el símbolo de la masculinidad, pudiendo llegar a pensar si el proceso obedece a una homosexualidad latente.
Al someterse al juego el hombre está rindiendo su voluntad a la Mujer y le está haciendo saber que acepta y se doblega a la dominación y supremacía que ella ostenta en la relación.
El hombre se debe relajar, someterse y permitir que esta práctica lo lleve a la zona de sumisión, en la que encontrará un nivel de satisfacción muy superior a lo estrictamente sexual.
Para el hombre, el orgasmo es como una erupción volcánica. Un proceso que va subiendo de presión hasta que explota y después se produce un bajón emocional y sexual.
Para la Mujer, el orgasmo se asemeja al batir de las olas del mar. Lleva más tiempo que lleguen a la orilla y rompan, pero cuando lo hacen son oleadas de placer, una tras otra, sin que se sepa cuándo van a terminar.
Con posterioridad, la Mujer se siente eufórica y no se produce ningún bajón.
Por no mencionar los efectos positivos que el juego tiene en el hombre, incluso más allá de la duración del juego.
El efecto psicológico que tiene sobre el hombre es todo un contraste si lo comparamos con el bajón que experimenta tras la relación tradicional.
Resumiendo, creo que con seguridad podemos decir que la sexualidad entre los géneros está cambiando El proceso no tiene tanto que ver con la actividad sexual en sí misma como con que las Mujeres vean el sexo como algo para su placer.
Todos somos diferentes y tenemos muy variadas necesidades y deseos.
El estilo de vida y la sexualidad los practica cada pareja de acuerdo a lo que deciden que es mejor para ellos.
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Siendo adultos , comportándonos con respeto y sabiendo los deseos de nuestra pareja, juntos lograremos vivir nuestra sexualidad con placer.
TE ATREVISTE ALGUNA VEZ A REALIZAR ESTA FANTASIA CON TU PAREJA...
CAMBIO DE ROLES !
QUIEN DE LOS DOS DISFRUTO MÁS ?!
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