Me enloquece el dulce de leche, y a vos también tetona hermosa. El tarro de dulce entre tus pechos como si fuera una verga te excita y nos muestra el placer que vendrá.
Saco un poco con mis dedos y empiezo a poner dulce muy despacio en tus pechos. Son tan grandes que ese kilo seguro no alcanzará. Apenas toco tu piel empiezan tus gemidos.
Voy cubriendo muy despacio la supercie de tus enormes ubres. El contacto con mis manos hace que se dilaten tus pezones. Ahora son dos medallones inmensos con la punta dura. Estás muy caliente y eso me excita. Mi verga ya está muy dura y parada. Sigo llenando de dulce tus pechos con suaves masajes. Tenés la respiración entrecortada. Mmmm, bebota!!!
Tus pechos llenos de dulce me tientan enormemente. Quiero darte algo primero. Pasar mi lengua por la superficie de tus aureolas que están sin dulce y darte unos suaves mordiscos en la punta del pezón. Sin tocar el resto de tus pechos...todavía.
El paso de mi lengua te estremece y pone a mi verga más dura y con el glande hinchado, completamente lubricado. Pido probar, ahora sí, tus pechos y toda su dulzura. Me mostrás enloquecida tus carnes y ahí voy con mi boca y mi lengua, listo para saborear tus descomunales tetas.
Empiezo a lamer y chupar. Mmmm...qué sabor, qué placer tener en mi boca el dulce y tus carnes inmensas, suaves. La combinación perfecta para la lujuria total. No paro de chupar y lamer, despacio y sin pausa. Los dos estamos enloquecidos y terriblemente calientes. Tu temperatura se siente en la piel de tus pechos y éstos se mueven majestuosos con tu respiración entrecortada y anhelante.
Vuelvo ahora a tus pezones, tan suaves, tan grandes, tan excitantes y sensibles. Mi boca ahí y el ruido del chupeteo y la succión hacen que los dos estemos gimiendo cada vez más fuerte. El dulce convinado con tus tetas es una afrodisíaco incomparable. Mi verga está que explota y tu boca pide por ella. Anhelante me decís "tenemos dulce, necesitamos leche, mucha leche".
Te ofrezco entonces mi verga parada, hinchada, con el glande palpitando y mis huevos llenos de leche. Pasás la lengua por la cabeza lubricada. Aprieto el tronco y sale más jugo. Ese juguito que tanto te gusta y saboreás con placer. Luego empezás a chupar, despacio, con suavidad, pero sin pausa. Toda mi verga aprisionada en esa boca carnosa y sensual que tenés y usás como una diosa.
Tus tetas son divinas, pero tu mamada es sublime. Ver cómo te tragás mi pija, cómo vas y venís con tu boca y cómo se mueven tus descomunales pechos lleva mi excitación al límite, dándome un placer indescriptible. Mientras chupás masajeás mis huevos con suavidad. Los tengo muy cargados de leche. Lo sabés y eso te pone más caliente y golosa. Querés mi leche y te la voy a dar toda, hasta la última gota tetona hermosa.
Chupás un rato más y luego sacás mi verga de tu boca. La ponés entre tus pechos que todavía tienen un poco de dulce de leche. Dominada por la calentura me decís "Te di el dulce, ahora dame la leche". Me ofrecés tus enormes tetas y hundo mi verga en el canal que forman cuando se juntan. Empiezo a moverme. Le estoy haciendo el amor a tus pechos y eso nos pone más locos y calientes todavía.
Mis embestidas terminan con tu lengua y tus labios que reciben mi glande rojo y muy hinchado. Estamos como poseídos por el placer. Tus carnes son tan deliciosas y voluptuosas que no tienen comparación. Pedís a gritos mi leche y unos instantes después me voy entre tus dos pechos, dejando toda mi leche en tus imponentes ubres. Antes que pueda darme cuenta, atrapás con tu boca mi verga todavía chorreando leche y la limpiás con una chupada de película. Me diste un orgasmo antológico, más dulce incluso que el dulce que puse en tus pechos. Evidentemente no sólo sos tetona, sino una hermosa tetona.
te amo
ResponderEliminarcada dia mas deliciosa bebota CLAUDIO
ResponderEliminarMe enloquece el dulce de leche, y a vos también tetona hermosa. El tarro de dulce entre tus pechos como si fuera una verga te excita y nos muestra el placer que vendrá.
ResponderEliminarSaco un poco con mis dedos y empiezo a poner dulce muy despacio en tus pechos. Son tan grandes que ese kilo seguro no alcanzará. Apenas toco tu piel empiezan tus gemidos.
ResponderEliminarcreo que ire a comprar otro tarro mas...
ResponderEliminarVoy cubriendo muy despacio la supercie de tus enormes ubres. El contacto con mis manos hace que se dilaten tus pezones. Ahora son dos medallones inmensos con la punta dura. Estás muy caliente y eso me excita. Mi verga ya está muy dura y parada. Sigo llenando de dulce tus pechos con suaves masajes. Tenés la respiración entrecortada. Mmmm, bebota!!!
ResponderEliminarTus pechos llenos de dulce me tientan enormemente. Quiero darte algo primero. Pasar mi lengua por la superficie de tus aureolas que están sin dulce y darte unos suaves mordiscos en la punta del pezón. Sin tocar el resto de tus pechos...todavía.
ResponderEliminarEl paso de mi lengua te estremece y pone a mi verga más dura y con el glande hinchado, completamente lubricado. Pido probar, ahora sí, tus pechos y toda su dulzura. Me mostrás enloquecida tus carnes y ahí voy con mi boca y mi lengua, listo para saborear tus descomunales tetas.
ResponderEliminarEmpiezo a lamer y chupar. Mmmm...qué sabor, qué placer tener en mi boca el dulce y tus carnes inmensas, suaves. La combinación perfecta para la lujuria total. No paro de chupar y lamer, despacio y sin pausa. Los dos estamos enloquecidos y terriblemente calientes. Tu temperatura se siente en la piel de tus pechos y éstos se mueven majestuosos con tu respiración entrecortada y anhelante.
ResponderEliminarVuelvo ahora a tus pezones, tan suaves, tan grandes, tan excitantes y sensibles. Mi boca ahí y el ruido del chupeteo y la succión hacen que los dos estemos gimiendo cada vez más fuerte. El dulce convinado con tus tetas es una afrodisíaco incomparable. Mi verga está que explota y tu boca pide por ella. Anhelante me decís "tenemos dulce, necesitamos leche, mucha leche".
ResponderEliminarTe ofrezco entonces mi verga parada, hinchada, con el glande palpitando y mis huevos llenos de leche. Pasás la lengua por la cabeza lubricada. Aprieto el tronco y sale más jugo. Ese juguito que tanto te gusta y saboreás con placer. Luego empezás a chupar, despacio, con suavidad, pero sin pausa. Toda mi verga aprisionada en esa boca carnosa y sensual que tenés y usás como una diosa.
ResponderEliminarTus tetas son divinas, pero tu mamada es sublime. Ver cómo te tragás mi pija, cómo vas y venís con tu boca y cómo se mueven tus descomunales pechos lleva mi excitación al límite, dándome un placer indescriptible. Mientras chupás masajeás mis huevos con suavidad. Los tengo muy cargados de leche. Lo sabés y eso te pone más caliente y golosa. Querés mi leche y te la voy a dar toda, hasta la última gota tetona hermosa.
ResponderEliminarChupás un rato más y luego sacás mi verga de tu boca. La ponés entre tus pechos que todavía tienen un poco de dulce de leche. Dominada por la calentura me decís "Te di el dulce, ahora dame la leche". Me ofrecés tus enormes tetas y hundo mi verga en el canal que forman cuando se juntan. Empiezo a moverme. Le estoy haciendo el amor a tus pechos y eso nos pone más locos y calientes todavía.
ResponderEliminarMis embestidas terminan con tu lengua y tus labios que reciben mi glande rojo y muy hinchado. Estamos como poseídos por el placer. Tus carnes son tan deliciosas y voluptuosas que no tienen comparación. Pedís a gritos mi leche y unos instantes después me voy entre tus dos pechos, dejando toda mi leche en tus imponentes ubres. Antes que pueda darme cuenta, atrapás con tu boca mi verga todavía chorreando leche y la limpiás con una chupada de película. Me diste un orgasmo antológico, más dulce incluso que el dulce que puse en tus pechos. Evidentemente no sólo sos tetona, sino una hermosa tetona.
ResponderEliminargracias por estos comentarios tan calientes! me enloquecen! bexxxos y FELIZ PRIMAVERA para todos!MONI
ResponderEliminarq relatos tan calientes encendes mi pasion
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